Los huéspedes de Alicante pueden hacer un verdadero viaje al pasado, para esto simplemente tienen que dar un paseo por el colorido barrio de Santa Cruz. Se encuentra en las estribaciones de Benakantil, la zona de la que se conservaron muchos edificios medievales, algunos de los cuales fueron erigidos en el siglo XIII. Aquí puede caminar durante horas a través de las antiguas calles con curvas, admirar las casas construidas en piedra blanca, así como edificios de estilo morisco. Es muy interesante caminar a estos lugares en la primavera y el verano, ya que prácticamente todas las casas antiguas están decoradas con flores rizadas y plantas ornamentales.
Para aquellos que les gusta relajarse al aire libre, el parque Canalejas será pura alegría; está próximo a la costa. Este parque no impresiona con el tamaño, sin embargo, sorprenderá con su diseño original. Hay varios árboles en el parque, que datan de más de cien años. Cada año, el parque está decorado con interesantes ornamentos paisajísticos, presenta numerosas esculturas finas y fuentes decorativas en su territorio.
Los viajeros que aman los lugares inusuales deben realizar una excursión a la isla de Tabarka. Hace muchos años era el hogar de piratas, donde escondieron sus tesoros. Hoy la isla atrae con su belleza natural y los monumentos históricos preservados. Puede visitar la antigua iglesia, que lleva el nombre de San Pedro, y admirar las ruinas de las antiguas murallas de la ciudad. La isla tiene varias ciudades pequeñas, donde puedes visitar los restaurantes nacionales y familiarizarte con la vida de los residentes locales.
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