Uno de los monumentos de arquitectura más antiguos se considera la Basílica de Constantino (Basilica of Constantine). Según algunos datos, ella fue erigida en 310 y se utilizaba por el gran Constantino como el salón del trono. La decoración interior del salón quedaba admirados a todos. Durante la Edad Media el edificio se usaba como la residencia del arzobispo y sólo en el siglo 19 fue reequipado en la iglesia. Un notable monumento arquitectónico se considera Kurfürstliches Palais, que se encuentra a unos pasos de la basílica. Un precioso edificio en el estilo rococó de derecho puede ser considerado como el más hermoso de su tipo. Los turistas tienen una única posibilidad de ver la decoración interior del palacio, que se parece mucha a la atmósfera que reinaba a principios del siglo 17.
Además hay que vistar la Catedral de Santa Paulina, que fue construida a mediados del siglo 18. El adorno principal de la iglesia sigue siendo una preciosa pintura mural, que fue hecha por los maestros después de la construcción. Para la aplicación de los dibujos refinados se utilizaba la doradura. Una curiosidad muy importante se considera la Catedral de Trier, cuya construcción tenía lugar en el siglo 4. Una de las sagradas más antiguas del país, con la cual están ligadas muchas leyendas y historias interesantes.
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